2700 cicloturistas coronaron los Lagos de Covadonga

El nerviosismo se sentía en el ambiente como es habitual todos los años por estas fechas en Cangas de Onís, y es que la Clásica internacional Los Lagos de Covadonga, tiene algo que a todo el mundo motiva e intimida, sacando los nervios a flor de piel, como se puede apreciar en los primeros kilómetros hasta llegar a Ribadesella donde se rueda prácticamente en pelotón y todo el mundo va como un tiro.
A las 9 de la mañana, tras un merecido homenaje a Chechu Rubiera y el tradicional Asturias patria querida, se daba la salida a más de 3000 cicloturistas que tenían por delante 110 km. para recorrer. Salida muy rápida, como es habitual, hasta llegar a Ribadesella y recorrer los primeros 25 km., a partir de aquí, los continuos toboganes hacen que se empiecen a formar los primeros grupos hasta llegar a Llanes y afrontar la primera subida importante del día, La Tornería, un bonito puerto de poco más de 3 km. que va de menos a más, terminando con 2 km. duros, con rampas de hasta  el 12 %, que se coronó con algo de niebla que enseguida se disipó en la delicada bajada por el Mazucu, carretera estrecha con curvas comprometidas para enlazar con el Alto de La Robellada, lugar donde se encontraba el segundo avituallamiento del día, que las primeras unidades se saltan sin mirarlo, para comenzar la bajada hasta Soto de Cangas y enfilar la carretera hasta el Santuario de Covadonga, para tomar el desvío hacia Los Lagos por zona boscosa, con mucha humedad y algo de niebla, a estas alturas el pelotón ya estaría roto en casi un centenar de grupos, con gente comenzando a subir Los Lagos y otros no habiendo subido todavía La Tornería. Un pelotón variopinto donde los haya, como no podía ser de otra manera con tantos participantes, bicicletas de todos los modelos, lo último de último, lo más ligero, cambios en el cuadro, cambios eléctricos, un sinfín de variedades pero todas con el mismo objetivo, ver los Lagos montados en la bici.
Afortunadamente el día respetaba a los cicloturistas, y entre nubes se comenzaba a ver la larga recta del muro de la Huesera, con gran cantidad de público volcado con los corredores y animando más que en la pasada etapa de la Vuelta España, pero que aún así seguía haciéndose dura, para llegar al Mirador de la Reina, donde la fortuna quiso que se dejase atrás el mar de nubes y se disfrutase de un magnífico sol y unas inmejorables vistas de los Picos de Europa, para hacer de esta forma más llevaderos los últimos 4 km. y finalmente coronar en la línea de meta, donde el primer participante, Kepa Vallejo, del Orduñesa, llegó después de 3 h 18’ 28”, empleando 36’ 53” en hacer la subida a los Lagos, con una ventaja de 1’ 55” sobre el segundo participante en llegar, su compañero, Raúl Portillo, de Orduñesa.
Como dato curioso, el último participante que registró el chip, hizo el número 2727, con un tiempo de  6h 53’  31”, a  3h  35’  04” de que lo hiciera el primer participante en llegar.